El Vaso con Hielo
Me encontraba dentro de uno de los bares
de moda de la ciudad, la música estaba muy alta y mis amigos se encontraban en
la pista de baile. Yo aguardaba su regreso sentada en la barra disfrutando de
una gaseosa, mire a mi alrededor y me preguntaba que le veían de emocionante
pasarse la noche en vela tomando tragos para en pocas horas arrepentirse por
los acostumbrados malestares que producía hacerlo, recordé el porqué estaba en
ese lugar y mi cabeza me trajo a la mente la respuesta -Emiliana- ella había sido
durante cuatro años el motivo por el cual siempre terminaba haciendo este tipo
de cosas Aunque peor he sido yo por dejarme arrastrar a ellas.
El Barista se acerca a mí y trae
consigo un vaso con hielo que deja reposar encima de la barra justo en frente
de mí, me dedica una sonrisa y por mí cabeza solo pasa una cosa -¿acaso no
tienes trabajo que hacer?- sinceramente me incomodaba interactuar con
desconocidos y mucho mas si eran contemporáneos conmigo ya que sentía que no
encajaba con mi generación aunque tampoco encajaba muy bien con las otras.
-¿te puedo ofrecer un trago?- siendo
sincera no me apetecía tomarme nada, mucho menos de alguien que no conocía y
estaba usando líneas trilladas así que le devolví la sonrisa en gesto de
agradecimiento y pronuncie una negativa al mover la cabeza de un lado al otro
-así estoy bien, de todas maneras gracias
por el gesto- no quería ser descortés pero no me sentía a gusto en ese
lugar
-tienes una sonrisa encantadora
desgraciadamente me he percatado que es falsa, pero me asombra el hecho de que
igual lo sea- el chico de la barra comenzó a reírse y mirar en dirección a su
derecha hacía el otro extremo de la barra donde se encontraba sentado un sujeto
sosteniendo un trago en la mano y mirando hacia nosotros -lo que no me gusta es
que me has hecho perder mi paga de la semana- El barista aproxima aún más el
vaso con hielo que había dejado en frente de mi con la punta de sus dedos -esto
te lo manda nuestro querido espectador- Fue lo último que escuche de él antes
de marcharse y continuar con su trabajo mientras sostenía aquella sonrisa en su
rostro
La curiosidad por lo que había pasado se
apoderaba de mí, no sabía ¿A qué estaba jugando este chico? Lo que sí sabia es
que la mirada penetrante del público me retaba a seguirle el juego. Cogí el
vaso con hielo y lo menee lentamente mientras lo miraba, una sensación extraña
se apoderó de mí, mi cuerpo y mente pedían solo una cosa -¡Bebe!- mi mano se
movió por inercia y el vaso llegó a mi boca, mi muñeca se arqueo un poco y
logré sentir el intenso frío del hielo al tocar mis labios a ciencia cierta no
estaba bebiendo más que un poco de agua que se había derretido, pero llegué a
sentir aún más que eso no sabía cómo explicarlo. El espectador se levanto de su
silla de inmediato y camino hacia mí
-¡Gracias por complacerme!- su tono de
voz era muy bajo y me extraño entenderle con el ruido del lugar
-¿A qué te refieres?- normalmente lo
mandaría a volar pero algo de él me intrigaba
-charlaba con el Batista hace unos
minutos, le pregunté por ti y me dijo que nunca te había visto-
-¿De tantas personas en el lugar porque
ha puesto la mirada en mi?- esto era extraño y mis sentidos me decían que me
alejara
-porque eres la única que no desea estar
aquí! Te empeñas en sonreír y ser cortés pero lo detestas- su afirmación
confirmo mis sentidos de alerta, ¿Cómo era capaz de saber eso? Me desequilibre
un segundo
-¿en verdad esa línea te funciona para
conquistar chicas en el bar?- tenía que ser evasiva
-no lo sé! Tu dime- se rió unos minutos,
pero tenía la extraña sensación que no era de mi sino de un recuerdo vano en su
cabeza -pido disculpas si tomas mis palabras como un vituperio, mis intenciones
no eran esas-
-¿vituperio?- era la primera vez que
escuchaba a alguien contemporáneo conmigo usando esa palabra
-sinónimo de ofensa!- se rió aún más y
está vez si era de mí
-se lo que significa! Solo que es raro
escuchar esa palabra en boca de alguien que frecuenta estos lugares-
-mas raro es encontrar alguien en estos
lugares que la entienda y aún así ose hablar despectivo de ellos-
-¿Que ha sido eso de perder la paga de la
semana? El Barista me lo a contado- volví a cambiar el tema no me agravada
estar contra la pared
-cuando hablábamos antes me dijo que
tenías una buena pinta a lo cual Concorde, le dije que sino fuera por la sonrisa
fingida serías aún más hermosa-
-¿Y eso que tiene que ver con su
paga?-
-estuvo en desacuerdo! Así que apostamos
su pago de la semana a qué si se acercaba lo suficiente lo vería-
-¿Es que todos los hombres son iguales?
¿Que se creen para andar apostando con las mujeres?- Estaba enfadada y el
volvías reírse eso me volvía loca
-tu no estás molesta por la apuesta!
Estás molesta porque he tenido razón y eso te saca de quicio ¿A qué sí?-
intento parar de reír -pensé que todo estaba arreglado y me habías perdonado al
tomar aquel whisky que te he mandado-
-¿De que va eso del whisky? Solo he
bebido un poco de agua descongelada de los cubitos de hielo- ahora me siento
mal por enfadarme por tonterías pero no puedo reconocerlo frente a el
-vale! Vale! Lo que sea, solo recuerda
que estando sola es muy peligroso beber mucho-
-¿Sigues con lo mismo?-
-si en verdad no fue nada ¿Porque has
bebido?- su mirada se clavo en mi y su pregunta me arrincono, en verdad no
sabía porque lo hice solo seguí la corriente a una extraña voz en mi
cabeza
-quise seguir la corriente! Las personas
piensan que el mundo es su escenario y pueden montar su número donde quieran-
no sabía cómo responderle -es justo que también tenga mi protagónico en algún
momento
-vale! Vale! Miente cuanto guste, pero
dime una cosa más ¿A qué supo el "agua derretida"?- me tenía!
Debía aceptarlo
-si tuviera que decirlo en palabras sería
"inefable" algo que no puedo describir con palabras-
-para cada ser humano ese trago sabe
diferente normalmente con los gustos distintos que hay entre las personas, pero
tú no has sentido ningún sabor ni olor- introdujo su mano en su bolsillo y saco
un billete de veinte -este trago lo pago yo! Espero nos volvamos a ver-
Se dió media vuelta y se fue del
bar dejando el billete sobre la barra y a mi con un sin fin de preguntas,
Emiliana apareció detrás de mi y unos cuantos chicos con ella cuando logré
entender sus palabras solo escuchaba disculpas salir de su boca por dejarme
esperando sola
-no te preocupes! En realidad hoy no me
arrepiento a haber venido-
-¿Y de qué va este cambio de ánimo? ¿Has
conocido a un chico?- Pregunto con su pícara sonrisa
-la verdad es que si! A uno, pero ya se a
marchado-
-¿Y que tal es?- pregunto Emiliana con
mucha curiosidad, pero la pienso dejar de la misma forma que me han dejado a
mi
-si tuviera que describirlo con una
palabra sería...- deje la expresión a medio terminar para molestarla un poco
igual es su culpa que todo haya ocurrido por traerme a rastras
-¿Sería? ¡Vamos termina ya de contar!
¡Dios mío! Me tienes en ascuas-
-¡A él no lo llames que no piensa bajar a
ayudarte!- tape mi boca para sostener la risa-
-Vamos pero dímelo de una buena
vez-
-si tuviera que describirlo con una sola
palabra sería "inefable"-
-ine.. ¿Que?- sabía que reaccionaria
así
-vamos! Olvídalo de una vez y es mejor
que nos marchemos que se está volviendo tarde-
Autor: Alex. V.M

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