La Bella Encantada

     Adeline... una bella dama, joven, luminosa y precavida ( no por mucho ); suponía la maldad de las gente como una atractivo superfluo. Este desconocimiento le costo su felicidad y otras cosas mas.

     La envidia y maldad de la bruja del poblado hizo que su belleza y luminiscencia se convirtieran en un acto efímero al derrotarla con un hechizo que le causaba manchas negras en toda su piel, su hermosura y delicada piel; que ahora no era mas nada que una capa con miles de asquerosos y repugnantes parches oscuros sin sentido causaron tristeza en la damisela.

     El hechizo era realmente incontrolable y se reproducía solo, la bruja logro su cometido. pero, la  bruja seria autora de revertir tal hegemonía si Adeline a cambio le entregaba la vida de su mascota para una poción mágica... Si, su mascota; una hermosa guacamaya creada por los mismísimos dioses con los colores del arcoiris que era capaz de cantar melodías espectaculares cual sirena que atrae marineros.

    Lo que nadie en el pueblo, ni si quiera la pura bruja se percato es que el canto de dicha ave era el único con la bendición de eliminar para siempre el cruel hechizo en aquella bella dama. Dieron cuenta esa mañana alumbrada cuando al salir el sol, Farfania, la guacamaya multicolores entono su mas intima melodía para que Adeline nos sintiera mas tristeza en su corazón. Como por artes de magia las manchas en la piel de la dulce dama comenzaron a desaparecer y la delicada y hermosa cobertura salio de nuevo a flote cual terciopelo recien lustrado.

      A partir de ese día todo comenzó a ser diferente ya que descubrieron un tesoro de tal magnitud en el pueblo y debían defenderlo. La bruja aumento sus ansias por querer tener en su poder a la majestuosa ave, pero el pueblo la tomo por sorpresa cuando con antorchas enfurecidas y dagas oxidadas salieron los habitantes indignados ante tanta crueldad con la inocente dama y la echaron con amenazas para que no volviera nunca mas.

     La bella encantada y Farfania adornan ahora sus mañana con cantos dulces a la naturaleza y los pueblerinos se deleitan al despertar.


Autor: Zaphiro
Inspiracion: Alex V. M