Lo que no se cuenta a los hijos
La estancia era demasiado grande para ser calentada por la chimenea, los muebles cercanos a ella eran bendecidos de no recibir el duro y helado frió del invierno, Shard y Enmed discutían sentado en el sofá junto al mío.
-¡Mejor déjame en paz Shard!- Enmed estaba cansado de la insistencia de su hermano.
-¡Vamos Enmed! ¿Por qué no lo olvidas de una vez?- suplico Shard.
-Puedo saber ¿Que tanto discuten?- estos dos siempre habían sido malos para ocultar sus problemas.
-No pasa nada madre- Enmed respondió con pena.
-A Enmed le gusta mucho una chica del instituto pero ella es muy...-
-¡A callar! Es hora de que cierres el pico o te lo cierro yo- Enmed estaba disgustado por la atribución de su hermano y lo que estaba a punto de comentar.
-¡Ahora me teneis que contar!- sostuve la risa no quería perder la autoridad ante mis dos hijos.
-Ella es un poco difícil de tratar madre- estaba sumergido en la vergüenza
-Yo difiero de ello- Shard cerro un ojo y mostró la lengua -mas bien puedo decir que es sumamente fácil-
-¡Que te calles de una vez! ¿O quieres que te calle yo?- Enmed siempre fue muy impulsivo y no controlaba bien su temperamento.
-¿A que te refieres Shard?- no tenía nada más que hacer y siempre me ha gustado escuchar los líos en los que se meten los jóvenes hoy en día.
-Es que mi hermano se ha enamorado de la chica más cariñosa del instituto- Enmed enfureció y se cruzó de brazos -le gusta estar exhibiendo más de lo necesario y no le molesta invadir el espacio personal de los demás en especial el de los chicos, no sé si me entiendas-
-¡Te voy a matar!- Enmed se abalanzó sobre su hermano y yo no podía parar de reír.
-¡Vamos! Soltarle de una vez ¿O queréis que os castigue?-
-¡Pero mamá! Shard siempre anda hablando más de la cuenta- Enmed estaba molesto y Shard se burlaba de él.
-¿Que tiene de malo que las personas hablen?- le mire fijo a los ojos con una sonrisa, quería que entendiera que era algo pequeño.
-Es que...- titubeo antes de continuar miraba a su hermano con miedo a que se burlarse aún más -no me gusta que lo hagan-
-¡Hijo! Respóndeme una cosa- Shard se reía y Enmed se encogía de hombros -¿A ti te gusta esa chica? Se sincero-
-¡Si!- su respuesta fue inmediata.
-¡Ahora lo vez madre! El está mal de la cabeza-
-Ella no es como todos piensan- me sorprendió verle defendiéndola de esa forma -yo la he visto, no se cómo explicarlo pero ella tiene algo especial-
-¡Bueno ya está! Ahora que termine el invierno y comiencen las clases le confiesas lo que sientes y problema resuelto-
-¡Pero mamá! ¿Cómo le dices esas cosas?-
-¿Por qué lo dices Shard?-
-Si mi tonto hermano se confiesa y lo rechazan todos se burlaran, por otro lado si le corresponden será el asmereír de todo el instituto-
Enmed sentía con dolor las palabras de su hermano sin importar lo duras que fuesen, él en su interior sabía que eran ciertas y por ello no se atrevía a hacer lo que en su corazón deseaba.
-¿Y que tiene de malo?- la expresión de asombro de los dos se mostró de ipso facto -siempre he creído que si las cosas se hacen por amor lo demás no importa-
-No lo alientes- Shard golpeó su frente con la palma de su mano.
-¿De verdad crees eso madre?- Enmed aún sentía dudas
-¡Faltara más! Si te lo he dicho es porque así lo creo, deja de darle tanto rollo al asunto y atrévete-
-El abuelo siempre dice- ambos hablaron al unísono -"LAS COSAS HAY QUE PENSÁRSELAS, NO QUERÉIS ACABAR HACIENDO MALOS NEGOCIOS"-
Los mire a ambos y un sentimiento de anheló vino a mi, la inocencia que vivía en ellos era tal que les duraría un par de años más, los vi y recordé cuando tenía su misma edad y lo equivocada que estaba en aquel entonces.
-Si me prometeis no contarle a vuestro padre os contaré un secretito-
-¿De que va esto? Seguro te inventas algo para seguir alentando al sin cerebro de mi hermano- Shard actuaba con indiferencia pero en realidad tenía tantas ganas de escuchar como Enmed.
-¡Te lo prometo mamá!- Enmed respondió sin basilar estaba contento de cambiar de tema y así su hermano le dejara en paz un buen rato.
-¡Es mejor que se pongan cómodos! Porque os vais a sorprender-
Los chicos se sentaron en el sofá y yo me coloque de pie justo en frente de ellos, siempre me gustaba contar historias y dramatizar algunos escenarios.
-Cuando yo- comencé la historia y ellos guardaron silencio -tenia vuestra edad vivía en una casa más grande que la nuestra, cómo ya sabéis su abuela murió después de darme a luz y su abuelo, él trabajaba mucho ya que era muy importante mantener a flote la empresa que fundó con mi madre, en aquel entonces yo me sentía un tanto solitaria por ello no faltaban los problemas en los que me metía-
-Ya se de dónde saco mi hermano lo de meterme en líos- Shard interrumpio y Enmed le indico que callara.
-Tenia la mala costumbre de hacer travesuras pero su abuelo nunca me corregía, todo lo que quería el me lo daba y lo que decía era verdad absoluta. Por el aspecto físico que tenía por lo general un par de chicos estaban enamorados de mí y yo me aprovechaba de ellos para cumplir mis caprichos-
-¡Pero mamá! ¿En verdad eras tan cruel?- Shard se sorprendió y Enmed mantenía silencio.
-Os dije que tenía su edad y por aquellos tiempos no me importaba más que mi misma, volviendo a la historia- les mire el rostro y estaban más emocionados en saber lo que continuaba que yo en contarles, era difícil imaginar a su madre de esa manera y eso les atraía -su abuelo me sobreprotegia, más si algún chico se me acercaba así que poco a poco la gente comenzó a alejarse de mi y yo quede más sola que antes-
-¿Pero esto que tiene que ver con lo que hablábamos de mi hermano?-
-Ya voy para allá- fui cuidadosa al pensar como decirle la continuación -no tardo mucho en que yo hiciera mucha cosas malas, recuerdo que ¿Cómo fue que dijiste Shard? No prestarle atención al espacio personal en especial en compañía de los chicos-
-¿Eso verdad hiciste todo eso?- interrumpio Enmed de inmediato.
-No me da orgullo deciros pero es verdad, por lo general lo hacía y luego los amenazaba con contarle a mi padre para que así ellos hicieran lo que quería, el miedo que le tenían a su abuelo era mayor al orgullo que poseían-
-Después de decirnos todo esto no puedes volver a enfadarte por burlarme de mi hermano- Shard sonrió de forma picaresca.
-Un día- hice caso omiso a sus palabras -su padre llegó a mi casa, era el nuevo secretario de su abuelo cuando lo vi pensé que era muy joven para trabajar de secretario, yo estaba en la planta de arriba y el me miraba sin pestañear desde abajo-
-Pobre de mi padre! Seguro le hiciste la vida imposible- Shard afirmó con sarcasmo.
-En realidad fue así- ambos volvieron a sorprenderse -pensaba que vuestro padre era como todos los chicos, le gustaba por mi apariencia y solo le importaba eso, así que intenté hacerle lo mismo que a los demás- hice una pausa para reírme al recordar lo inmadura que era -empece por "exhibir más de la cuenta" como dicen ustedes y como era de esperarse su padre se interesó en mi, me gustaba verlo atontado por lo que hacía y correr tras de mi sumisamente-
-¿Que fue lo que te hizo cambiar?- Enmed estaba más confundió que al principio.
-Me percate que el hacía las cosas por gusto y sin haberlo amenazado, no comprendía el porque así que tome su pequeña agenda esa que llevaba consigo a todas partes-
-¿Y que descubriste?-
-El había escrito muchas cosas sobre mí, pero lo que más me enojo fue leer una en específica- arrugue el rostro, no porque volviera a molestarme sino porque quería que vieran como me sentí en ese momento -lo que había escrito fue "Nahomi es una hermosa chica, pero desprecia a los hombres todavía no se el porque pero me imagino que será por la frustración de vivir a la sombra de su padre"-
-¡Me estás flipando! ¿Nuestro padre escribió eso?-
-Si no fuese verdad no sé los estaría contando! Volviendo a la historia- verles el rostro me apenaba un poco por lo que estaba apunto de decir así que me mire a lo lejos y continúe -¡Me enoje! Me enoje tanto que hice algo que estaba mal en todo sentido-
-¿Que?- ambos gritaron muertos de la curiosidad
-Llame a vuestro padre a mi habitación, rasgue un poco mi falda y la blusa que llevaba puesto solo para comenzar a gritar, era de esperar que mi padre y sus guarda espaldas corrieran de inmediato. Entraron por la puerta y me vieron gritando y en las peores fachas su padre estaba perplejo por lo que sucedía y el mío se sorprendía por la escena, yo corrí a los brazos de mi padre y le dije que su secretario había intentado abusar de mí, acto seguido varios hombres comenzaron a golpearlo sin control alguno-
-¿Que hizo el en ese momento?- Enmed no podía creer lo que le decía.
-Yo esperaba que el hiciera muchas cosas como negarlo o suplicar, pero en su lugar no hizo nada-
-¿Cómo que nada? Le estaban pegando por algo que no había hecho- Shard no comprendia, al igual que yo en ese momento.
-El tenía miedo a que me metiera en problemas por mentir y decidió recibir todos esos golpes, antes de perder la consciencia me miro desde el suelo y dijo unas palabras que para mí fueran tan hermosas he igual de dolorosas-
-¿Que dijo?- Enmed se impaciento.
-"Te Amo" esas fueron sus palabras antes de desmayarse, yo quede en shock por lo que hacía y cuando logre reaccionar los detuve, confesé la verdad y mi padre ordenó llevarlo a un hospital para tratar sus heridas, aún así su abuelo no me corrigió-
-Mis padres estaban más demente que mi hermano- Shard no entendió porque él había hecho eso, pero Enmed comprendió el porque le estaba contando todo esto.
-Desde ahí deje de comportarme de esa manera y...- escuché unos pasos acercarme a la estancia.
-¿Que están haciendo todos aquí reunidos?- Shard se levanto y fue corriendo a dónde estaba su padre.
-Papá siendo pena por tí nuestra madre es muy cruel contigo- dijo él colocando la mano sobre el hombro de su padre
-¡Niños!- llame su atención y coloque mi dedo índice frente a mis labios y les guiñe un ojo.
-Que alguien me explique-
Mi esposo estaba confundido todos nos echamos a reír y cambiamos de tema, pero antes me acerque a Enmed y susurré en su oído.
-Espero te ayude lo que te he contado-
Autor: Alex. V. M

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